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 DIRECTORIO   S�bado, 07 de Julio de 2001, número 441
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OFTALMOLOGIA
Adi�s a las gafas
CARLOS MARTINEZ

Entre todas las caracter�sticas que se podr�an citar para describir a una persona mayor de 45 a�os, una es v�lida pr�cticamente siempre: si supera esta edad tendr� presbicia, conocida popularmente como vista cansada. Su significado etimol�gico es visi�n de las personas mayores y se refiere a la dificultad para ver los objetos situados entre 35 cent�metros y un metro.

El trastorno tambi�n se llama s�ndrome de los brazos largos porque obliga a alejar el texto que se quiere leer para poder hacerlo correctamente. De momento, no hay otra soluci�n que utilizar lentes graduadas, pero los oftalm�logos se resisten a aceptarla.

Los pasados 29 y 30 de junio, m�s de 100 especialistas espa�oles y latinoamericanos se reunieron en la Cl�nica Teknon de Barcelona para revisar las distintas soluciones quir�rgicas que podr�an permitir vencer la vista cansada en el futuro. Una operaci�n� y adi�s a las gafas.

Tres grandes v�as de investigaci�n, a�n en fase de desarrollo, se dirigen a alcanzar este codiciado objetivo. Una de las principales es la cirug�a de los m�sculos ciliares, una intervenci�n que algunos consideran muy agresiva pero que se est� probando en ensayos en fase I en EEUU con el fin de evaluar su toxicidad.

Las diferentes t�cnicas

Otra de las opciones en estudio es el implante de lentes intraoculares especialmente dise�adas contra la presbicia y el uso del l�ser para esculpir una nueva c�rnea que supere los l�mites del envejecimiento.

El prop�sito, seg�n explicaron los propios asistentes al curso de Barcelona, es atender la creciente demanda de la poblaci�n que no quiere llevar gafas. Los analistas calculan en 400.000 millones de pesetas al a�o el valor que podr�a alcanzar el sector.

Pero a�n queda un largo camino por recorrer: �D�nde se pone el l�mite para evitar hacer las cosas mal, a probar en pacientes terapias que les van a beneficiar muy poco, por solucionar un problema como la vista cansada? Durante el transcurso de las jornadas en la Cl�nica Teknon, celebradas con motivo del V Curso que organiza la Cl�nica Oftalmol�gica TACIR, uno de los asistentes hizo esta pregunta, aludiendo a los numerosos efectos secundarios relacionados con las distintas intervenciones presentadas y a lo r�pido que revierten sus efectos beneficiosos (como media desaparecen s�lo seis meses despu�s de realizar la intervenci�n).

Los retos de la ciencia

En el balance final del curso se dio una posible respuesta: la Ciencia necesita aceptar este tipo de retos, a menudo muy ingratos para los pacientes, para poder seguir avanzando.

Con estas palabras valor� el especialista Roberto Albertazzi, del Centro Oftalmol�gico Quilmes (Argentina), la controvertida t�cnica que defendi� durante el curso el doctor Jos� Luis Bulacio, tambi�n argentino. Bulacio investiga y realiza una de las primeras opciones quir�rgicas que se empezaron a desarrollar para solucionar la presbicia, la llamada cirug�a del m�sculo ciliar.

Para entender en qu� consiste la intervenci�n, que se encuentra en las primeras fases de estudio en humanos, hay que partir de las distintas teor�as que se han propuesto para explicar los mecanismos fisiol�gicos que ocasionan la presbicia.

Proceso natural de envejecimiento

Sobre un punto al menos hay consenso: la vista cansada responde a un proceso natural de envejecimiento que, alrededor de los 50 a�os de edad, es inevitable. El cristalino, situado dentro del ojo, progresivamente pierde flexibilidad, aumenta de tama�o y, con el tiempo, ocupa un espacio cada vez mayor.

Esta evoluci�n perjudica a los m�sculos ciliares, encargados de la adaptaci�n de su tama�o seg�n la distancia a la que se observe el objeto, lo que se denomina capacidad de acomodaci�n. Al aumentar el cristalino, los ligamentos que lo unen con estos peque�os m�sculos y que contribuyen a que se pueda deformar libremente pierden tensi�n y, en consecuencia, eficacia.

Para ilustrarlo de una forma gr�fica, ocurre lo mismo que si quisi�ramos colgar un cuadro con una cuerda flexible que, llegado un momento, fuese mayor que la distancia con el suelo: se caer�a.

Con la capacidad de acomodaci�n ocurre algo similar. La consecuencia es que la visi�n de los objetos cercanos pierde nitidez.

Controversia cient�fica

Aqu� surge la controversia: algunos especialistas atribuyen el problema a la rigidez del cristalino y, otros, al espacio que le resta a los ligamentos que lo unen con los m�sculos ciliares.

El doctor Bulacio se apunta a esta �ltima hip�tesis: �Qu� ocurre si se agranda mediante una intervenci�n quir�rgica el espacio que se ha perdido con los a�os? Para evaluar esta teor�a, seis centros de EEUU est�n participando en un estudio en fase I para el que se han seleccionado pacientes de entre 50 y 60 a�os, con buena salud general y ocular y que nunca se han sometido a una intervenci�n oftalmol�gica (excepto cirug�a por l�ser).

La intervenci�n, que coincide en sus puntos principales con la expuesta por el especialista argentino, consiste en realizar cuatro peque�as incisiones en la escler�tica (la capa que se encuentra entre la conjuntiva, la superior, y la c�rnea) e insertar una peque�a pieza de pl�stico del tama�o de un grano de arroz.

Una explicaci�n t�cnica

De esta forma, se pretende expandir la esclera (la zona blanca de los ojos, a la que se conectan los m�sculos ciliares), con el fin de restaurar el espacio robado por el cristalino. Al insertar las piezas de pl�stico, los especialistas conf�an en que la expansi�n del m�sculo no revierta.

Al menos 30 personas se han operado en EEUU mediante esta t�cnica. Alrededor de 500 lo han hecho en M�xico y Corea del Sur. A juicio de Roberto Abertazzi, el coste de la operaci�n, cuya capacidad de correcci�n se limita a las tres dioptr�as, es muy elevado para el paciente.

�Si hay cirug�as controvertidas, �sta es una�, dijo el oftalm�logo de Quilmes (Argentina) durante una de sus intervenciones en las jornadas celebradas en la Cl�nica Teknon. �Tiene muchos m�s riesgos que beneficios�.

La alternativa, entre las dos posibles que se est�n investigando, podr�a ser la cirug�a realizada mediante la t�cnica llamada de LASIK, siglas en ingl�s de queratomilcosis in situ por l�ser. En otro estudio de EEUU se est� probando su valor.

Operaci�n con l�ser

Igual que se hace contra la miop�a, para tratar de superar la presbicia el cirujano que usa este m�todo utiliza una especie de cuchilla llamada microquer�tomo que le permite crear dos focos, uno en cada ojo, para ver de cerca y de lejos.

El inconveniente principal es que la persona pierde la visi�n binocular y tiene que acostumbrarse a ver de otra forma: un ojo le permitir� captar con nitidez las im�genes cercanas y, el otro, las lejanas. Aqu� surgen las principales cr�ticas a la t�cnica.

En el curso de Barcelona, el mexicano Guillermo �valos resumi� las virtudes de esta t�cnica en tres aspectos: no produce regresi�n, es reversible y no es agresiva. En principio, le apoyan la experiencia de haber operado en los �ltimos tres a�os a unos 300 pacientes. Pero tambi�n en este caso hay voces cr�ticas.

�Esta intervenci�n cambia las reglas de juego de la visi�n y obliga al paciente a aprender a ver�, dijo el doctor Albertazzi. El oftalm�logo argentino tambi�n se�al� que la intervenci�n es reversible, pero con un coste alto para el paciente, y que sus resultados son imprevisibles. De nuevo, no hubo consenso.

La tercera v�a

Y tampoco lo hubo en la presentaci�n de la tercera v�a que se est� estudiando para tratar de solucionar la presbicia: el implante de lentes especialmente dise�adas para la vista cansada.

En este caso, el especialista Luis Fern�ndez Vega, del Instituto Oftalmol�gico Fern�ndez Vega de Oviedo, fue el encargado de presentar los resultados que est� obteniendo con los pacientes a los que ha sometido a esta intervenci�n.

En opini�n de Fern�ndez Vega, el implante de una lente intraocular (que se puede retirar si es necesario) es una buena soluci�n contra la presbicia siempre que se den dos condiciones: que se elija muy bien a los pacientes indicados para someterse a este tipo de intervenci�n y que se les informe convenientemente sobre las posibilidades reales de la operaci�n. Si se cumplen estos requisitos, a su juicio se puede optar a una visi�n satisfactoria de lejos y de cerca.

Un cuestionario fijo

En este sentido, en el �ltimo congreso de la Sociedad Europea de Oftalmolog�a, celebrado en Bruselas, se present� una propuesta para que se elabore un cuestionario fijo con las preguntas que se deben realizar a los candidatos a cirug�a refractiva, la que se utiliza para corregir las anomal�as m�s frecuentes, como la miop�a (defecto para ver de lejos), hipermetrop�a (para ver de cerca) o el astigmatismo (visi�n distorsionada).

�Qu� es, entonces, lo que se puede esperar de la cirug�a contra la vista cansada? �Todas las v�as de investigaci�n tienen puntos d�biles, pero hay muchos frentes abiertos�, dijo Fernando Castanera, director de la Cl�nica TACIR y organizador del curso. �Estamos caminando�, a�adi� el doctor Albertazzi.

carlos.martinez@el-mundo.es



 
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